Escuchar el corazón

ESCUCHAR EL CORAZÓN... la verdad es que, ya había hecho este ejercicio en clase en más de una ocasión... y es siempre lindo y emocionante...pero ayer...lo redescubrí !!! 


Como ya os comenté he empezado a colaborar con la ONG Save The Children. Ellos hacen un casal de refuerzo para los niños con cierta dificultad en clase de un colegio del barrio de la Trinidad, en Barcelona. Y allí como premio al buen comportamiento reciben la sesión de Biodanza. Por lo tanto, para empezar ya viene como premio... la atención y curiosidad con la que me recibieron, ya me dejó perpleja. Yo espera un grupo de niños dispersos a partir del qual si conseguía que la mitad del grupo siguiera la mitad de la sesión ya hubiera vuelto a casa más que satisfecha... pero resulta que ellos pusieron tanto de su parte !!! Una entrega ejemplar. Unas ganas de compartir que me llenaron de vida. Todos hablaron en la rueda, se presentaron... participaron en cada ejercicio. Les pedía que hicieran silencio y en casi toda la hora que duró la sesión apenas se les pudo escuchar !!! Impresionante !!! Son niños de 6 a 7 años !!! 


Bueno propuse un ejercicio, después de bailar, jugar y divertirnos bastante... escuchar el corazón... les pregunté qué era el corazón y me dijeron "es algo que sirve para AMAR" ... la emoción y sorpresa es indescriptible! La temática de  la clase era el Silencio, y para oír el corazón en el pecho de los demás compañeros debían estar muy quietecitos y con mucho silencio... y les propuse que cuando lo escucháramos, que en vez de hablar, levantaran los dos brazos en señal de que habían terminado de oír y estaban disponibles para ser escuchados... El brillo de los ojos de los niños al oír el corazón de sus amigos... la cara de sorpresa, alegría, éxito por haberlo conseguido...todo junto... tanto AMOR con mayúsculas !!! y una vez más vi como se estructura el caos... los niños iban pasando de escuchar a ser escuchados... de unos a otros, sin que yo interviniera en la consigna proponiendo un cambio... como esperaban con los brazos levantados y la cara de satisfacción a que sus compañeros vinieran a escucharlos... como contenían hasta el aliento con el propósito de oír latir el corazoncito de sus amigos... TAN LINDO!!!  

Realmente ayer tomé una lección. De humildad, de sencillez, de entrega, de amor. Como la vida se organiza sola y como se crece cuando se le da las condiciones para que se desarrolle, un núcleo afectivo, un espacio donde probar, un espacio donde no se juzgue, sino que se permita. Un espacio de inclusión!

Salí ayer con ganas de más... de hacer mucho más... de estar en todos los lugares... de compartir eso que siento, eso que viví y eso que me hace vibrar con tantos cuanto pueda... 


Que sean los niños... con su inocencia, con su entrega, con su caminar, que nos señalen el camino... y que nosotros tengamos la decencia de escuchar... y caminarlo!